Los Lunes en el Centro de Meditación Truc Lam

Mi Lunes en el Templo – por Karen Garcia (18 de agosto de 2025)

¡Hola a todos! Gracias por estar aquí.

Este lunes fue verdaderamente especial para mí. Me sentí profundamente conmovida al escuchar las historias de todos: milagros de sanación de enfermedades terminales, recibir la residencia o la ciudadanía contra todo pronóstico, familias que se reunieron, e incluso alegrías simples como jugar baloncesto en medio del show.

La mejor manera de describir lo que sentí en el templo es un profundo sentido de conexión. La fe se estaba restaurando en las familias, y había un hermoso espíritu de comunidad. Ver a todos reunirse, animarse, aplaudir y apoyarse mutuamente, especialmente mientras algunos enfrentaban desafíos, fue increíblemente poderoso. Ver el alivio en los rostros de las personas al compartir sus milagros es algo que nunca olvidaré.

Lo que Experimenté

  • La enseñanza sobre construir raíces fuertes, como un árbol, realmente me llegó al corazón. Un árbol solo puede resistir las tormentas más duras si sus raíces son profundas y firmes. Puede dar fruto cuando está constantemente nutrido, pero igual de importante es ser consciente de lo que estamos plantando desde el principio.

Si plantas una semilla de mango, crecerán árboles de mango, pero si no estamos plantando semillas de mango, no podemos ESPERAR árboles de mango. De la misma manera, cuando plantamos buenos pensamientos, tomamos acciones positivas y mantenemos intenciones puras, eso es lo que finalmente recibiremos. Pero si estamos sembrando semillas de odio, celos y mentiras, no podemos esperar tener una vida buena y pacífica.

  • Después de escuchar los milagros de todos, noté que todos tenían algo en común: sus situaciones parecían imposibles, pero todos se aferraron a la esperanza gracias al poder de la fe. A algunos los médicos les dijeron que tenían cáncer, a otros los abogados les dijeron que obtener la residencia en los EE.UU. era casi imposible, y a algunos padres los jueces les dijeron que sus hijos enfrentarían años en la cárcel o prisión.

Y aun así, al compartir sus historias, había un profundo sentido de alivio y un poderoso énfasis en la fortaleza de su fe en el Maestro. El Maestro es increíblemente humilde y nunca se da crédito; siempre dice que es Dios quien hace que estas cosas sucedan. Pero aun así, la gente reconoce el papel que él desempeñó. Sentí que no podían agradecerle lo suficiente por guiarlos a través de sus tormentas dándoles esperanza, recordándoles hacer su parte y animándolos a mantener su fe en Dios.

  • ¡Ahora, la actividad súper divertida que el Maestro organizó para el Equipo de Damas! Había cubetas llenas de balones de baloncesto, cada una con el nombre de cada dama del equipo. Cada persona tenía la oportunidad de lanzar la pelota a la canasta para ganar $100 por cada tiro encestado.

Sin embargo, el reto era que la canasta estaba mucho más lejos de lo que esperábamos, y definitivamente más lejos de lo que alguna vez habíamos practicado. Pero el Maestro sabía que podíamos lograrlo de todas formas, y así comenzó el juego.

A las damas se les permitió pedir ayuda a los equipos de voluntarios, pero solo después de intentar hacer el tiro ellas mismas. Algunas encestaron, otras no, y otras pidieron ayuda. Durante todo esto, la maravillosa audiencia nos dio hermosas palabras de aliento y nos animó con entusiasmo. ¡Fue verdaderamente una experiencia de unión para todos los presentes!

La Sabiduría que Me Llevé a Casa

Esto representó una lección importante: que al menos debemos intentarlo una vez antes de decirnos a nosotros mismos que no podemos hacerlo. Luego vino una enseñanza poderosa: no te convenzas de que no puedes hacer algo antes siquiera de intentarlo. Está bien pedir ayuda, y también está perfectamente bien no lograrlo, porque nos muestra dónde necesitamos mejorar. Con práctica, podemos lograrlo.

Honestamente, no encesté ninguna vez, ¡pero me divertí mucho intentándolo! Y me llevé algo aún más valioso: un recordatorio de creer en mí misma, de intentar antes de dudar, y de nunca tener miedo de pedir apoyo.

Mi Reflexión

Estas enseñanzas me hicieron reflexionar sobre mi propia vida y todas las oportunidades que no tomé porque tenía demasiado miedo de verme ridícula frente a los demás. Incluso de niña, no me permitía jugar libremente en público.

Creo que cuando nos liberamos de la jaula de nuestras propias limitaciones, invitamos a otros a sentirse lo suficientemente seguros como para hacer lo mismo. Ahora, como adulta, he hecho de mi misión darle a mi niña interior todo el juego y la alegría que le faltó, porque ¡nunca es demasiado tarde para disfrutar la vida!

Una Bendición para Ti

Espero que estas enseñanzas lleguen a tu corazón y espíritu.

Recuerda, nada es demasiado inalcanzable. Intenta primero, haz lo mejor que puedas, practica si lo necesitas y confía en el proceso. Todo lo que se necesita es creer: cree primero, y luego lo verás.

Que Dios y Buda los bendigan a todos.